Cualquier adtividad carece de sensitdo si la HONRADEZ no la preside.
La falta de HONRADEZ conduce inevitablemente al FRAUDE, éste a la INJUSTICIA, la injusticia DECEPCIONA y la CONFIANZA se pierde.
Tristemente es la trama que ha dirigido nuestras vidas y sumido en la dinámica actual. Basta abrir los ojos para comprobarlo. Es momento de romper esa dinámica fruto de conductas recientes. Que éstas sean el estímulo de empezar de nuevo tras sincero arrepentimiento y franca disculpa. Tropezar una vez no tiene porqué fastidiar la excursión -de no ser que te rompas la crisma- pero no se debe olvidar, de forma que su recuerdo sea vergüenza viva que permita NO VOLVER a caer.
"Predicar con el ejemplo", ¡Que tarea tan dura! Obliga a mantener dominadas las miserias que cada uno lleva consigo en el convencimiento de que merecerá la pena.
Después llegan las decepciones y con ellas la frustración. Vuelta a empezar sacando fuerza de donde casi ya no queda. Aquí rindo gratitud a la ESPERANZA -sigo sin saber qué la mantiene- pero a ella gracias por sustentar la CONFIANZA en los que tenéis que cambiar el rumbo en busca de vientos favorables, y recordad; ningún viento será propicio sin la HONRADEZ bien desplegada.
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